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jueves, 22 de noviembre de 2007

Pos-Kioto y las consecuencias económico-financieras

Ha quedado clausurada la 27ª sesión plenaria del Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU, reunido en Valencia. El informe elaborado se presentará en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se celebrará en Bali a primeros de diciembre. Dicho informe servirá de base sobre la que habrá que lograr un gran paso adelante para alcanzar un pacto mundial contra el calentamiento global que puedan aceptar todos los países.

Hasta la fecha el objetivo de reducir los efectos perjudiciales del cambio climático se ha centrado principalmente en criterios técnicos, al menos hacia el gran público. Estos criterios han figurado en el primer plano, mientras que los económico-financieros, en un segundo. Sin embargo, estos últimos aflorarán necesariamente a la superficie cobrando una vital importancia a la hora de ponerse en práctica cualquier compromiso de reducción de los niveles de CO2 por parte de los Gobiernos que firmen un acuerdo pos-Kioto. Las cifras económico-financieras son la otra cara de la moneda de las consecuencias del cambio climático, unas cifras que supondrán un coste añadido de tal magnitud que será difícil absorberlos sin más, y menos aún por países de baja productividad y de pocos recursos tecnológicos para afrontarlos. Por lo tanto, para prevenir la pérdida de competitividad comercial a escala internacional a resultas de los compromisos centrados en combatir el cambio climático en la era post-Kioto será una conditio sine qua non que el grupo de países que se nieguen a aceptar dichos compromisos sea lo más reducido e insignificante posible en términos de emisión de CO2. El papel de EE UU, el mayor contaminante del (primer) mundo, y el de China (este último país ya está a la altura de EE UU en lo que respecta a la contaminación) e India como países emergentes, será determinante. A ambos bloques les corresponderá el papel de marcar pautas para así producir un efecto dominó que arrastre a los irresolutos o negacionistas del origen (más bien) antropogénico del calentamiento global o que vean mermado excesivamente su potencial económico-financiero. El efecto psicológico de "pisar fuerte" asumiendo los aún hipotéticos duros compromisos de la próxima conferencia de Bali será una señal inequívoca para todos, la encrucijada.

Ésta es la teoría, porque la existencia misma de los mercados globalizados podrá quedar en entredicho. La producción de mercancías por cuenta ajena, deslocalizada por numerosas multinacionales de los países del primer mundo a "paraísos" contaminantes, de "consumo" irrefrenado y depredador de medio ambiente (p. ej., China, India ), estará en juego, una práctica generalizada hasta ahora de cara a su competitividad a escala internacional, sin valorar las a menudo pésimas condiciones de trabajo de la mano de obra en dichos países emergentes. Esta práctica podrá verse afectada sensiblemente tanto en origen como en los citados "paraísos". Las cifras cantan. Como consecuencia de lo que se acuerde en Bali, el efecto que sea provocado in situ en términos económico-financieros deberá ser (más o menos) igual para todos: un rasero o listón fácilmente cuantificable, vinculante para todos. Por ende, las reglas de juego del comercio globalizado deberán ajustarse en función del mismo.

Para volver a destacar, por enésima vez, la importancia de todo lo que hay en juego, a continuación los comentarios más destacados del Informe IPCC y los presentados por Ban Ki Moon, el secretario general de la ONU, con motivo de la conferencia celebrada en Valencia:


Informe del IPCC sobre Cambio Climático

"Espanta como una película de ciencia ficción"
"La mano del hombre está detrás del cambio climático. Habrá cada vez más periodos de calor, sequías e inundaciones",
así reza el balance resumido de la última parte del informe sobre el Cambio Climático. Los científicos exigen que se tomen las oportunas medidas ¡ya!

Al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, le bastó una frase muy escueta para resumir el informe sobre el Cambio Climático elaborado por la conferencia celebrada en Valencia: "sus 23 hojas son tan aterradoras como una película de ciencia ficción". Sin embargo, en vez de tratarse de alienígenas, es el hombre mismo que está poniendo en peligro su base de vida.

Como consecuencia de ello, la humanidad se está amenazando a sí misma. Habrá millones de muertos si la temperatura sigue aumentando en su planeta. Sequías en África y en el sur de Europa, inundaciones en los deltas fluviales y pérdidas de tierras fértiles en Asia, fuertes precipitaciones y vientos huracanados en el norte de Europa, la desaparición del hielo en Groenlandia y en la región polar y, a raíz de ello, la desaparición de los pequeños Estados insulares, más guerras, más enfermedades infecciosas, la extinción de muchas especies de animales y plantas y el fin de ecosistemas completos. La lista del terror no para aquí".

Para saber más o menos de lo que estamos hablando he aquí algunas cifras que se están barajando al respecto con motivo de la Conferencia sobre Cambio Climático de Viena celebrada hace poco:

"Dinero y tiempo, factores clave - Otro de los temas que se debatirán en Viena estos días es el nuevo informe de la ONU sobre los aspectos financieros del cambio climático para los próximos 25 años. Según ese documento, para 2030 se necesitarán fondos adicionales de unos US$200.000 millones al año para mantener el nivel actual de emisiones de gases de efecto invernadero".

El siguiente artículo facilita más detalles sobre los costes relacionados con el tema que nos ocupa.
"Alemania se enfrentará a unos costes de miles de millones al realizar las oportunas medidas protectoras, correctoras y compensatorias que se encaminen de cara al cambio climático"

"Estas medidas podrán suponer un riesgo económico para Alemania: un nuevo estudio elaborado por el ministerio de Economía alemán hace hincapié en este riesgo. La economía alemana se verá afectada por daños y perjuicios causados al mercado globalizado, la fuga de empresas y pérdidas de puestos de trabajo, si no hay un número considerablemente mayor de Estados que participen en la reducción de CO2.

Los autores de este estudio, elaborado por el Institut Prognos, advierten a la UE que no actúe en solitario. Si las citadas medidas no son compartidas, por igual, por un número mayor de países desarrollados y emergentes, esto sólo supondría "una gota en el mar en materia climatológica", y provocaría graves riesgos.

Si la UE actuara en solitario, esto podría acarrear graves consecuencias económicas, según los autores del citado estudio. Ante todo, podría haber un éxodo de empresas de sectores de consumo energético intensivo a Brasil, China, la India, pero incluso a EE UU, países donde los programas protectores, correctores y compensatorios en materia climatológica no son tan ambiciosos. El crecimiento de las emisiones de óxido de carbono en el periodo comprendido entre 2010 y 2020 sólo se reduciría un 1,7 % si la UE actuara en solitario.

Si de verdad se persiguiera el objetivo de la UE que prevé una reducción de las emisiones de CO2 del 20% entre 2013 y 2020, esto podría costar a Alemania aproximadamente 123 miles de millones de euros, concluye el estudio. Si la totalidad de los 27 Estados de la UE participaran por igual, la producción alemana en 2020 caería un 0,8%. Esto correspondería a un aumento de los precios de las energías eléctrica y del gas de un 16%. Si Alemania redujese sus emisiones de gases de efecto invernadero incluso un 40% hasta 2020, los gastos se duplicarían.

La síntesis sacada por los expertos es la siguiente: EE UU y los grandes países emergentes deberían implicarse más a fondo en las oportunas medidas protectoras, correctoras y compensatorias. De esta manera, los costes incurridos por la UE podrían reducirse considerablemente. Si no hay un amplio acuerdo sobre los oportunos compromisos eficientes en materia de reducción de emisiones para después de 2012, las emisiones globales se duplicarán aproximadamente hasta 2030 en comparación con las de 1990".

Conclusión: pese a las incipientes esperanzas de cambio de opinión por parte de los defensores del cambio climático por causas más bien no antropogénicas o simplemente técnico-económicas, que se han manifestado recientemente, el paso que tenga que darse en la conferencia de Bali deberá ser de gigante.


Saludos PATO



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