Add to Google Reader or Homepage

martes, 1 de febrero de 2011

La historia se repite

El fracaso de "Multikulti", es decir, el multiculturalismo en Alemania, según la reciente sentencia de su canciller Angela Merkel, resume el resultado de la actual política sociocultural y lingüística (no) practicada en este país a lo largo de las últimas décadas a partir de las olas de inmigración de los años 60 y 70 del siglo pasado, política esta que se movía entre las dos opciones bipolares posibles: la confrontación y la asimilación. ¡Ni tanto ni tan calvo!

Por regla general, una opinión tan determinante presupone la existencia de una política en esta materia. Sin embargo, esta no existía. El término alemán de "Gastarbeiter", es decir, trabajador huésped, reflejaba el concepto mantenido frente a los inmigrantes procedentes de las orillas del Mediterráneo. Todos ellos con unas culturas bien diferentes, unas más, otras menos. Los respectivos colectivos se las arreglaban en la sociedad de acogida con un grado de "paralelismo" sociocultural y lingüístico en función de su origen. Es decir, cuanto más cercano este acervo, tanto mayor la probabilidad de integración en la sociedad de acogida. Este es precisamente el quid de la cuestión. Valga el ejemplo histórico de la CONVIVENCIA de setecientos años entre musulmanes, moriscos y cristianos que acabó en 1499. La opción era conversión o emigración. ¿Qué fue entonces lo que causó este fatal desliz? Fue el carácter pagano del islam, una opinión que abundó al aflorar el catolicismo militante de los Reyes Católicos. Se enfrentaban las dos opciones de confrontación y asimilación. Triumfaba la más fuerte. Vuelve a ocurrir en Alemania. Esta vez, el desencadenante es la precaria situación del mercado laboral y unas elecciones decisivas a (con un guiño hacia la derecha) a la vuelta de la esquina, cuando el colectivo menos "adaptado" desempeña el papel de cabeza de turco. Por tanto, la historia se repite ...en el sentido más amplio de la palabra.

Pato

No hay comentarios: