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sábado, 30 de junio de 2007

¿Ruido sostenible?

Ruido: uno de los temas muy sonados de la actualidad. Pasando de lo global a lo local, por ejemplo, Barajas (Madrid). A los pueblos situados en las rutas de salida, en las llamadas huellas sonoras de los aviones, les ha tocado la "china acústica" (a continuación simplemente: desencadenante acústico), y esto muy especialmente tras la apertura de la T-4 (aeropuerto Madrid-Barajas). Ha habido muchas protestas por parte de los pueblos afectados y, por fin, las mismas han dado fruto. Se ha aprobado el cierre nocturno de una pista de la T-4 de Barajas. Además de esta medida se exige el respeto absoluto de las rutas de vuelo, conminando sanciones contra las compañías aéreas que incumplan esto. Ignoro si con estas medidas se ha conseguido algo más que la paz nocturna en su caso, pero a lo que voy es que por lo visto se puede lograr algo protestando con firmeza ante las autoridades competentes (AENA, Ministerio de Fomento). Lo que también ignoro es si el motivo por el que las autoridades del actual Gobierno han tomado cartas en el asunto se debe a la magnitud de las potenciales pérdidas económicas (por la inhabilitabilidad de las zonas afectadas; la insonorización de las viviendas afectadas; y, last not least, las consecuencias políticas en su caso) o a la agresión contra la salud humana (con sus evidentes consecuencias para el sector de la sanidad) o todo el abanico de criterios, si no se hubieran acordado las citadas medidas. Lo auténticamente lamentable es que llegue a producirse una situación como ésta en la que queda patente la total desidia de las partes responsables hacia la salud humana, amén de los costes causados al erario público por la mala gestión. Siguiendo este hilo conductor, desde luego, también habrá que preguntarse si se han cumplido todos los criterios que requiere la Declaración de Impacto Ambiental. A fin y a la postre, Barajas es un aeropuerto urbano. Al ser así, no debería funcionar por la noche igual que ocurre en otras ciudades europeas.

Conclusión: Se trata de un nudo de problemas entrelazados entre sí de los que el ruido (sostenible) sólo es la punta del iceberg. El criterio de sostenibilidad o sustentabilidad acústica es perfectamente comparable con el del desarrollo sostenible, por reunir igualmente un complejo entramado de actores y criterios. La única diferencia (aplicable, p. ej., al caso de Barajas) consiste en que hemos tenido / tenemos un problema de tal magnitud - el desencadenante acústico - delante de nuestras propias puertas, por lo que no se trata de un problema que toque vivir a las gentes en el quinto pino.

Pero vamos por partes dejando este pequeño suspense.

Primero hay que dejar constancia de algunas premisas en materia de ruidos (en términos técnicos y en términos reales) para saber a qué atenernos en este caso.

En términos técnicos:

Según la web Ruido - Wikipedia:

1. En el medio ambiente y en el ámbito de la comunicación sonora: se define como ruido todo sonido no deseado. Cuando se utiliza la expresión ruido como sinónimo de contaminación acústica, se está haciendo referencia a un ruido (sonido), con una intensidad alta, que interfiere en la comunicación entre las personas o en sus actividades y que puede resultar incluso perjudicial para la salud humana.

Según la web Contaminación acústica - Wikipedia, la enciclopedia libre (véase arriba):
2. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 50 dB_(a), como el límite superior deseable.
En España, se establece como nivel de confort acústico los 55 dBa. Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el descanso y la comunicación.

En términos reales (España y globalmente):

Según el artículo publicado en ElMundo.es Salud llamado "España:un país ruidoso" del 10 de mayo del 2004:
" España tiene una cultura de calle, es un país que vive de puertas para fuera acostumbrado a generar ruido. El desarrollo de las ciudades ha aumentado todavía más la contaminación acústica. Taparse los oídos y aguantar no es la única opción: se puede bajar el sonido de nuestras vidas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala, en su nuevo informe, algunas formas de hacerlo.
Según estudios recientes de la Unión Europea (2005): 80 millones de personas están expuestos diariamente a niveles de ruido ambiental superiores a 65 dBa y otros 170 millones, lo están a niveles ente 55-65 dBa.

Según la revista Consumer:
4. Se calcula que un 70% de los españoles sufren niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, el umbral a partir del cual los científicos y expertos sanitarios consideran inaceptable el ruido. La civilización moderna somete al ser humano a innumerables servidumbres, y una de ellas es la de soportar un nivel de decibelios que alcanza en ocasiones cotas alarmantes y hasta perjudiciales para la salud. El ruido generado por la actividad humana es el contaminante más frecuente de nuestro entorno, y de tan familiar que resulta, es el que menos atención suscita. Se percibe una notoria falta de sensibilidad ante este problema, no sólo en la Administración, que no adopta medidas eficaces para combatirlo, sino en la propia sociedad, que protesta ante problemas ecológicos de menor envergadura y guarda un inexplicable silencio ante la agresión que supone el ruido. Tan sólo cuando afecta de forma escandalosa a un colectivo o barrio y salta a los medios de comunicación recordamos que el ruido existe, y que molesta a la quienes lo padecen. En la industria se cuentan por miles los profesionales que han perdido la audición por culpa de ruido en las empresas, pero el ruido ha traspasado los límites de las fábricas para invadir, calles, domicilios, espectáculos¿ El ruido no solo produce daño en el oído y pérdida de la audición: sus efectos a corto, medio y largo plazo van más allá y afectan prácticamente a todo el organismo. (Marcado con Courier por el autor de esta entrada.)

Con respecto al aeropuerto de Madrid-Barajas y a las medidas tomadas en este caso se me ocurren algunas preguntas obvias a partir de lo arriba reproducido:

¿Por qué en España se establece como nivel de confort acústico los 55 dBa mientras que la OMS considera los 50 dB_(a) como el límite superior deseable? (esta pregunta se basa en la supuesta comparabilidad de los valores expuestos).
¿Se debe esta diferencia a la "notoria falta de sensibilidad ante este problema" en España?
¿En España se establece oficialmente un nivel más alto por el reconocido elevado "aguante acústico" de sus ciudadanos gracias a su cultura de calle?

Con respecto a la situación in situ (en barrios de tintes multiculturales, que no es difícil localizar gracias al tan cacareado aumento de la población por la inmigración, experimentado a lo largo de los últimos años) se me ocurren los siguientes planteamientos:
Al contar el españolito de a pie con un supuesto elevado nivel de aguante acústico (activo y pasivo) habrá que preguntarse si a pie de calle se necesita un desencadenante acústico superior al nacional - aparte de los gamberros nacionales de turno - p. ej., los colectivos no autóctonos para que éstos, haciendo alarde de su vocingleo costumbrista a cualquier hora del día y de la noche, saquen de quicio a los autóctonos por sus "emanaciones sonoras" - normales para los causantes, contaminantes para los oyentes involuntarios -, emitidas a discreción por estos nuevos conciudadanos, por traer de sus respectivos países de origen una cultura de calle más pronunciada aún que la de este país, ¡ya es decir! Porque si no existieran dichos colectivos, los niveles acústicos producidos en entornos predominantemente españoles se mantendrían elevados "de forma moderada" sin que nadie estuviera molesto, por idiosincrasia. No habría desencadenante acústico. Sin embargo, ¿qué ocurrirá al seguir cambiando la situación demográfica, p. ej., por la falta de una eficaz política inmigratoria comunitaria vinculante, por reagrupación familiar y otras condiciones favorables al respecto? No es de esperar que los españoles se vayan amoldando a los niveles de contaminación acústica más altos impuestos por dichas fuentes de origen sociocultural ajeno. Por decirlo de esta manera: con desencadenante acústico incorporado. O sea, ¿ajo y agua? Igual que la reacción al ruido perjudicial para la salud impuesto a numerosos pueblos a lo largo de la huella sonora de los aviones en el caso de Barajas, debe haber protesta y sanciones contra este fenómeno habitual en determinados barrios. El desencadenante acústico vinculado con Barajas no podrá ser sinónimo de inaguantable en este sentido. ¿O los españoles de mejor poder adquisitivo se marcharán de "sus" barrios como consecuencia de un efecto de desplazamiento imparable (¡apaga y vámonos!) ante la entrada masiva de inmigrantes que practican el "cada oveja con su pareja" (incluyendo, por supuesto, otros criterios a nivel de falta de homogeneidad sociocultural, en los que entra también la tasa de fertilidad superior a la española)? ¿Qué es lo que queda al final? ¿Protestar ante las autoridades locales contra la desidia de éstas? Véase al respecto mi entrada Implosión demográfica de Europa - Inmigración ¿una solución?

Conclusión: ¡Ojo! Los peones están colocados por voluntad de los políticos. A estos últimos los coloca la voluntad pública. Habrá concierto en materia de sostenibilidad si lo hay a nivel político.

Saludos PATO

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