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martes, 10 de abril de 2007

El periodismo como espejo de deficiencias lingüísticas

El inglés castellanizado

Antes de entrar in medias res quisiera manifestar mi admiración por un periodismo profesional y serio y mi rechazo hacia el periodismo de basura, si bien este último abunda.

Se ha hablado y escrito mucho sobre el tema objeto de este blog, y hay motivo para ello. De entrada, léase el magnífico artículo publicado en Internet que lleva el título "Las rutas del inglés en España" donde reza, entre otras, la afirmación que
"Los españoles, como los ingleses, americanos, italianos y japoneses, somos por naturaleza incompetentes en habilidades comunicativas en otro idioma que no sea el propio, excepción hecha de las personas que se mueven en un ambiente bilingüe. El fomento de una sola cultura se manifiesta en numerosas decisiones políticas conducentes a perpetuar una perspectiva de batracio."

Una vez sentadas estas bases, habrá que preguntarse qué remedios se ofrecen, p. ej., en aquellas instituciones en las que el manejo profesional de la palabra escrita y hablada reviste especial importancia: entre otras, por supuesto, en las de periodismo. Y otra pregunta que nos tenemos que plantear es la que se centra en aquellos remedios que se prevean y por quién para eliminar las lagunas que parecen inherentes al castellanohablante (véase arriba).

Tras una breve lectura del plan de estudios de la Escuela de Periodismo de la UAM / EL PAÍS, esbozado en su página web, se busca en vano cualquier referencia o recomendación que esté relacionada con unos cursos / cursillos de inglés en materia de periodismo, a no ser que éstos sean impartidos en el marco de otra asignatura en plan de 'efecto colateral' o de nueva introducción que no quede reflejado en dicha página. De modo que se puede sacar la conclusión de que la Escuela no le da mucha importancia a este asunto, parte de la premisa de que el alumnado maneja el inglés lo suficientemente bien en el marco de su carrera o se las ingenia de cualquier manera para compensar en otro lugar cualquier laguna que haya al respecto.

Basándonos, sin embargo, en las habilidades comunicativas expuestas en el artículo "Las rutas del inglés en España", no nos sorprende que en Internet se ofrezcan entre otros tantos, p. ej., cursos de pronunciación de inglés por docenas. Las lagunas constatadas en esta materia deben de suponer un mercado bien jugoso al que los clientes acuden como moscas a la miel. No obstante, la cuestión central que se nos plantea es ¿quién imparte las clases de pronunciación? ¿Son bilingües o angloparlantes? Si la respuesta es negativa, el círculo vicioso encaminado por el estudiante se cierra con un alto grado de probabilidad, por lo que el efecto multiplicador de corrupción fonética sigue su curso. Ya no hay remedio. El pobre estudiante que sale 'purificado' de estos cursos obrará de buena fe a la hora de hacer alarde de sus conocimientos recién adquiridos, y se llevará un chasco. Representa el último eslabón de una cadena 'homogénea' de algo que acaba por convertirse en una pronunciación que es un desastre ... sin comerlo ni beberlo.

Para corroborar mi tesis de que se siente una necesidad bien fundada por tener que impartir clases de inglés en la carrera de periodismo, véanse algunas páginas web donde se ofrecen estos servicios en régimen combinado, p. ej., Asignatura Inglés 2 Estudios: Periodismo, Comunicación ... / Asignatura Inglés 3 Estudios: Periodismo, Comunicación .... Lo que más llama la atención en estos estudios combinados es el hecho de que a las 200 y 240 horas cursadas de inglés, respectivamente, siga habiendo EJERCICIOS DE PRONUNCIACIÓN, algo que confirma plenamente lo manifestado por "Las rutas del inglés en España" A la idea de combinar las dos cosas se suma otra muy positiva de cara a una solución óptima al asunto objeto de este blog, que es la del profesorado docente en los citados sitios web. Por lo que puede deducirse de los nombres del profesorado que figuran en los mismos, se trata mayormente de bilingües y / o angloparlantes. Así quedará asegurado que los periodistas que salgan de estos centros dispongan de unos estudios más amplios que aquéllos a los que hace referencia el comentario que les atribuye "una perspectiva de batracio". Resumiendo, el colectivo de periodistas que reune dichas condiciones cuenta con una base de estudios más amplia y puede servir como disparador del efecto multiplicador social a la hora de citar - con propiedad - nombres anglosajones (y, tal vez, en otros idiomas) en la radio y la televisión, algo que tendrá amplias repercusiones y un enorme calado educativo en la audiencia española.

Saludos PATO

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