Add to Google Reader or Homepage

jueves, 4 de agosto de 2011

Visión e ilusión

Confluyen la inmigración en la UE - esta en vías de envejecimiento demográfico - y sus consecuencias en una imagen visionaria planteada por Javier Solana y Emma Bonino en el artículo "La convivencia en la Europa del siglo XXI", publicado por EL PAÍS el 7-5-2011, que está impregnado por una gran carga de realismo demográfico-inmigratorio por una parte y las deseables consecuencias de este de cara a la evolución del futuro hombre europeo, por otra.

Dicen los autores que "la diversidad es el destino de Europa. Está forjando nuestro futuro en un mundo que evoluciona rápidamente, y seguirá haciéndolo." Según los autores, 17 principios rectores servirían de encaje para la potencial incorporación de los "nuevos" europeos a sus respectivos destinos. De ahí que la convivencia objeto de este artículo parta de tal "corsé" para darle una forma adecuada a la diversidad multicultural resultante de la inmigración. Pudiendo ser afroamericano o italoamericano se formula la pregunta "¿por qué no un europeo "con guiones" turco-alemán, norafricano-francés o asiático-británico?" En mi opinión, la respuesta a esta hipotética pregunta resulta poco alentadora. Europa no puede compararse con el crisol de culturas de EE UU, que es absorbente y no divergente como el comunitario. A las pruebas me remito: la antigua Yugoslavia y sus herederos. La diversidad sociocultural y religiosa sólo podía y puede mantenerse allí en los distintos Estados que representa(ba)n la diversidad de manera paralela y no integrada. Y, last not least, la guetoización de grandes colectivos turcos en Alemania - amén de la situación parecida en otros países comunitarios - que forman sociedades paralelas. Así que, lamentablemente, una gran visión más bien se convierte en ilusión.

Pato

No hay comentarios: