Inmigración: más de lo mismo

Nadie discute que la demografía menguante (en Europa) requiera que se tomen las oportunas medidas en el mercado laboral. Lo que sí se discute es que sea el mismo inmigrante que imponga su iniciativa como fait accompli, o sea, como hecho consumado. La consecuencia de ello estriba en la falta de control del aflujo migratorio, el cual viene a ser, a fin de cuentas, mano de obra sin cualificar y barata en todos los aspectos. ¿Dónde se coloca esta mano de obra principalmente? En tiempos de bonanza económica como la última década, en sectores de baja tecnología como, por ejemplo, en el de la construcción. ¿Qué pasa en tiempos de desaceleración económica como los actuales? Todos sabemos que éstos han afectado seriamente a este último sector. ¿A quién le toca la china primero para tener que ir a la calle al tener que reducirse plantillas o cerrarse empresas por falta de trabajo? (Muchas de estas "empresas" no se merecen este calificativo siquiera, nadaban en la cresta de la ola coyuntural, simplemente aprovechándose de la bonanza económica.). Lógicamente le tocará al recién llegado y / o al menos cualificado. ¿Quién es este pobre hombre que representa al último eslabón de la cadena? Por supuesto, preferentemente el inmigrante. Y este señor ahora reclama, con sobrada razón, sus recién adquiridos derechos de subsidio de paro, que son de poca duración. Por consiguiente, este hombre cobrará lo que ha ingresado, ni más ni menos. Después ¿qué? De sus ingresos dependen familias, muchas en ultramar. La situación es, desde luego, precaria. De ahí el término sociológico de 'precariado' que parece haber entrado, por fin, en este país. Ya lleva tiempo existiendo allá de los Pirineos, síntoma evidente que aquí todo llega tarde incluso la experiencia hecha en otros sitios.

Conclusión
Por lo tanto, los comentarios "Los inmigrantes pagan 900.000 pensiones", publicados por EL PAÍS en su edición del 29-02-2008, habrá que verlos desde una perspectiva electoralista. Siguen siendo las medias tintas de siempre. Cada uno cuenta la feria según le va.

Saludos PATO