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jueves, 4 de agosto de 2011

¿Freudian Slip, acto fallido?

Con fecha 30-01-2011, Negocios, el suplemento dominical de EL PAÍS, dedica un amplio artículo al actual tema estrella, la reforma de las pensiones, cuya autora es Carmen Sánchez-Silva. El título que se le da, según reza en el índice en la página 3, es "PENSIONES NUEVAS PARA VIEJOS PROBLEMAS". Sin embargo, en la página 4, donde aparece dicho artículo; hay otro distinto: "Pensiones nuevas para problemas viejos". Es bien sabido que la posición del adjetivo viejo delante o detrás del sustantivo es de calado. ¿Se trata de un Freudian Slip, un acto fallido de la autora?

PD

Otros ejemplos de estos adjetivos biposicionales bisemánticos:

cierto hecho / hecho cierto
clásica obra / obra clásica
falso testigo / testigo falso
falsa puerta / puerta falsa
gran caballo / caballo grande
gran hombre / hombre grande
mal jugador / jugador malo
medio dedo / dedo medio
nuevo libro / libro nuevo
numerosas familias / familias numerosas
pobre mujer / mujer pobre
simple camarada / camarada simple
triste peón / peón triste
único hijo / hijo único
¡Valiente amigo ...! / amigo valiente
viejo amigo / amigo viejo

Pato

Larga sombra sobre la identidad profesional

A vueltas con la inmigración. Un tema fascinante que hace aflorar y premia la cara polifacética del ser humano en apuros existenciales, un mundillo que no nos dejará de acompañar en el futuro. En su edición del 19-07, EL PAÍS arroja luz esclarecedora sobre la "identidad prisionera" del inmigrante y de muchos madrileños víctimas de la crisis actual. En su artículo "La sombra misteriosa", el autor pincha, por así decirlo, la identidad profesional del presente de estos colectivos y da, a menudo, con un pasado que no se parece al presente ni por asomo. Una doble identidad que ostenta un personaje ficticio bajo la lupa del observador. Sin embargo, esta lupa nos revela un tupido diferencial histórico entre el colectivo de los emigrantes de los años 60 y 70 del siglo pasado y los inmigrantes del presente tal y como forman parte de nuestro entorno laboral.
Este diferencial queda marcado por el medio siglo que nos separa de aquel entonces. La lupa aplicada a dicho personaje ficticio, integrante de una de las olas de emigración hacia el centro y norte de Europa, por regla general topa con un pasado, si bien distinto en el sector, sin embargo caracterizado más bien por su modesta formación profesional obtenida en origen y aplicada en destino. Esto contrasta claramente con el pasado profesional de gran parte de los citados colectivos de la actualidad, ya de carácter globalizado, cuya formación se ha ido perfilando en aras de su especialización. No obstante, en destino este diferencial formativo a menudo desaparece en la realidad laboral. La sombra sobre la identidad profesional se alarga.

Pato

Visión e ilusión

Confluyen la inmigración en la UE - esta en vías de envejecimiento demográfico - y sus consecuencias en una imagen visionaria planteada por Javier Solana y Emma Bonino en el artículo "La convivencia en la Europa del siglo XXI", publicado por EL PAÍS el 7-5-2011, que está impregnado por una gran carga de realismo demográfico-inmigratorio por una parte y las deseables consecuencias de este de cara a la evolución del futuro hombre europeo, por otra.

Dicen los autores que "la diversidad es el destino de Europa. Está forjando nuestro futuro en un mundo que evoluciona rápidamente, y seguirá haciéndolo." Según los autores, 17 principios rectores servirían de encaje para la potencial incorporación de los "nuevos" europeos a sus respectivos destinos. De ahí que la convivencia objeto de este artículo parta de tal "corsé" para darle una forma adecuada a la diversidad multicultural resultante de la inmigración. Pudiendo ser afroamericano o italoamericano se formula la pregunta "¿por qué no un europeo "con guiones" turco-alemán, norafricano-francés o asiático-británico?" En mi opinión, la respuesta a esta hipotética pregunta resulta poco alentadora. Europa no puede compararse con el crisol de culturas de EE UU, que es absorbente y no divergente como el comunitario. A las pruebas me remito: la antigua Yugoslavia y sus herederos. La diversidad sociocultural y religiosa sólo podía y puede mantenerse allí en los distintos Estados que representa(ba)n la diversidad de manera paralela y no integrada. Y, last not least, la guetoización de grandes colectivos turcos en Alemania - amén de la situación parecida en otros países comunitarios - que forman sociedades paralelas. Así que, lamentablemente, una gran visión más bien se convierte en ilusión.

Pato

Inmigración y sus "daños colaterales"

En su edición del 13-07-2011, EL PAÍS publica "País de parados busca inmigrantes", un título que es aparentemente contradictorio. Quisiera completar el mito del fontanero polaco añadiendo unos comentarios que van íntimamente ligados a las complejas relaciones existentes entre parados e inmigrantes: el caldo de cultivo que a menudo da lugar a la xenofobia como fenómeno acompañante. Como veremos, la historia de Alí, el turco que recoge la basura - un trabajo no bien visto - en un hipotético municipio alemán, se repite.

La crisis nos acompaña, igual que en los años 70 del siglo pasado, el final de la temporada alta de la emigración procedente de los países mediterráneos hacia el centro y norte de Europa, cuando se dieron los primeros síntomas de xenofobia en los países de destino sacudidos por la crisis económica. Los actuales flujos migratorios se han globalizado, son más heterogéneos que en aquel entonces y, a menudo, pecan de consenso. Dicho esto, valgámonos de unos personajes ficticios como Alí, Fátima, Adriana o Juan, dispuestos a realizar trabajos a los que muchos parados autóctonos no están dispuestos a acceder y mancharse las manos, para usar este símil. Este fenómeno relacionado con la inmigración nos va a acompañar para rato, implica un complejo entramado propicio para cultivar gérmenes xenófobos, un tejido que a su vez puede interpretarse como algo inherente a las crisis: los "daños colaterales".

Pato

Enseñanza dual: el jemplo de Alemania

Ríos de tinta han corrido sobre el elevadísimo nivel del paro juvenil en España y sus consecuencias con vistas al futuro para este país. A todas luces las recetas de cuño tradicional existentes no han sido ni son capaces de solucionar este problema nacional. Supone casi la mitad de los jóvenes en edad laboral. Un verdadero desastre para la economía, amén de la suerte humana que se esconde detrás de esto. Parece ser que ha llegado el momento propicio para coger el toro por los cuernos y optar por una solución que represente un vuelco en la dirección correcta, según Rajoy. A grandes problemas, grandes soluciones: la enseñanza dual alemana.

En su edición del 10 de julio, EL PAÍS presenta un acertado esbozo de la enseñanza dual alemana. Este sistema se basa en un aprendizaje formal de dos o tres años de duración, se rige por un contrato, es de orientación práctica y teórica, está remunerada y prepara al aprendiz en función de las necesidades de la empresa, entre otras cosas. ¿Un objetivo inalcanzable para España? Definitivamente no. La Formación Profesional (FP) en sus distintas variantes es la prueba del algodón, por así decirlo. Es la mejor demostración de ser aceptada por parte de la población como solución viable antes de que el estudiante se lance al mercado laboral. Comparativamente, uno de los fuertes de la enseñanza dual alemana se halla en su base más amplia que impone cierto rigor precisamente a aquellos en los que abunda la frustración escolar.

Pato

Oslo ... la historia se repite

Su común denominador: la crisis económica y el correspondiente tejido "anti". Remontémonos al año 1931, concretamente al título de la canción político-satírica del compositor Friedrich Hollander «Los judíos tienen la culpa de todo». Dejemos aparte el objetivo de esta chanson, su mordaz sátira, y pasémonos del antisemitimo de aquel entonces al multiculturalismo de la actualidad - en este caso personificado por el islam -, echémosle un grano de arena de la ideología antimulticulturalista que sea proferido por un personaje tan siniestro como "El loco de Oslo", artículo de la acertada pluma de Sami Naïr, publicado en EL PAÍS el 30-07-2011, entonces este mejunje se convierte en la yesca propicia para dar lugar a lo que hemos estado presenciando en Oslo. Mientras no haya cambio respecto de estos criterios condicionantes, la mecha sigue ahí pendiente de una chispa producida por otro loco que haga que la historia se repita.

Pato

A vueltas con los conocimientos

"Más información, menos conocimiento", el controvertido título de un magnífico artículo de la mano de Mario Vargas Llosa, publicado en EL PAÍS el 31-07-2011, en el que analiza y pone en evidencia, donde cabe, las bondades informativas de la Red disponibles a través de nuestros ordenadores .

El descubrimiento por Johannes Gutenberg de la imprenta en el siglo XV fue un paso de gigante que permitió "generalizar la lectura de libros", según Vargas Llosa. Gracias a este paso, el vulgo de aquel entonces tuvo acceso a algo que "estaba confinado en una minoría insignificante de clérigos, intelectuales y aristócratas."

Otro paso de gigante, comparable con el anterior en su transcendental importancia, se dio con la llegada del ordenador y el posterior acceso generalizado a las inmensas informaciones aportadas por la Red. Un simple clic sobre el ratón para picotear información le abría mundos al más común de los usuarios de estos artilugios informáticos. Como si de un golpe de efecto se tratara, los conocimientos específicos con los que contaban científicos y técnicos de cualquier rama estaban disponibles a todo el mundo de una manera trivializada, de un momento a otro. Pero ¡ojo! Si bien el acceso a estos conocimientos había cambiado, el nivel de sus consumidores no.

Pato